Friday, July 25, 2008


Desde mi trinchera liberal: Zapatero no quiere escuchar.

De la honda preocupación que siente Zapatero por la crisis-o acelerada desaceleración en el Espasa socialista- que azota los sufridos bolsillos de los españoles, nos da una idea el plantón que nuestro presidente Zapatero dio ayer a la reunión que veinte sabios economistas mantuvieron ayer en la Moncloa.

Ni ojo vio ni oido oyó a Zapatero en esa reunión de malditos aguafiestas antipatriotas. La crisis no va con él, ni está dispuesto a que alguien pinche su burbuja de color de rosa. Ya lo decía Kant: " El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.". No hay forma de que Zapatero se enganche al rail del realismo. Ni sabe ni quiere abandonar su miopía de profeta feliz. Mucho menos asumir sus propios fracasos y reconocer los errores en sus previsiones de charlatán de feria. Un visionario jamás se equivoca. Los equivocados somos todos los demás.

Ya no es que estemos ante un caso de optimismo antropológico, que tiene mucho que ver con esa perversión del optimismo que es la ingenuidad. No. Zapatero no es un ingenuo. Es un idiota encerrado el bunker de su propia ensoñación. Del griego,idiōtēs (persona que carece de capacidad profesional, "un ciudadano privado y egoísta que no se preocupa de los asuntos públicos). Búsquenlo en Moncloa.

Thursday, July 24, 2008


Desde mi trinchera liberal: marchando una de cosméticos.

Como pura cosmetíca, estilismo a lo sociata, se puede definir el anuncio de la miembra de Vivienda Beatriz Corredor, que va a poner encima de la mesa 300 millones de euros para comprar suelo y construir viviendas de protección oficial.

A precios de mercado, 300 millones de euros darán para construir la impactante cifra de...3000 viviendas. Mucho bombo y poca música, cuando estamos hablando de un sector que tiene una deuda de 300.000 millones de euros, y eso sí que es de impacto. El gobierno pretende apagar el incendio de Roma con una pistolita de agua. Zapatero al rescate.

Además, el proyecto de Corredor tiene una cantidad de puntos oscuros, por no decir agujeros negros, francamente difíciles de resolver, si es que acaso se puede. ¿Con qué criterios se van a comprar los suelos? y, ¿a qué empresa? ¿Lo harán por subasteo? ¿Se premiará a la mejor oferta, aunque normalmente no coincida con presentada por la empresa más necesitada? ¿Comprará el Sepes suelo urbanizable, y cuyo precio es por tanto más alto? ¿Cómo sacará el ministerio el suelo al mercado otra vez? ¿Cómo repercutirá esto en el precio final? Son interrogantes que la ministra no aclara, porque tampoco son necesarios para salir de momento en la foto e ir sembrando titulares de diesño. Algo a lo que lamentablemente este gobierno es demasiado aficionado.

Este tipo de subvenciones,limosneras, arbitrarias e intervencionistas, crean, además, un fuerte sentimiento de agravio comparativo y corporativo. ¿Por qué se ayuda a estas empresas y no al restaurante que nutría de menús a los paletas y que ahora tiene que cerrar? ¿O es qué no tiene derechos a recibir ayuda aquel empresario que decía que habiá pasado de vender 200 puertas a vender 3? O aquí jugamos todos o rompemos la baraja, y la realidad es que no hay cartas para todos.

Mi opinión, de todas formas, es contraria a cualquier tipo de intervencionismo del gobierno en el mercado que viole las leyes del libre mercado. El gobierno no puede salir al rescate de quien en una noche de borrachera ha cargado su visa más de lo asumible. Si socializamos las pérdidas, las empresas tendrían que haber socializado también los beneficios cuando la burbuja se llevaba por delante la calculadora y la prudencia. El mercado necesita limpiarse, y el gobierno no debe intervenir en esto. Si quiere ayudar, que rebaje los impuestos, desmantele tanto aparato gubernamental inútil, o inútila, agilice los trámites escandalosamente altos que requiere un empresario para montar una empresa en España, o se dedique a mejorar la educación de los alumnos en España. Menos moldes tipo educación para la ciudadanía y más educación de calidad y libre. Por lo demás, la empresa española tiene que aprender a lamerse sus heridas sin buscar la tutela del gobierno de turno. Sólo así se fomentará la verdadera responsabilidad.

Tuesday, July 15, 2008


Desde mi trinchera liberal: Socializar la miseria.

Creo que fue Winston Churhill el que dijo que "El vicio inherente del capitalismo es el compartir desigualmente los beneficios. El vicio inherente del socialismo es el compartir igualmente las miserias".

Hay una incompatibilidad clara entre socialismo y progreso económico,al menos en España, y a la historia me remito. Nuestro presidente Zapatero, juagando siempre en el borde del populismo más borde y sectario,frontal y a mala cara, alfombrando el camino de una arquitectura social que ni favorece la vida ni la liberdad. Tampoco la convivencia y la prosperidad. Zapatero parece satisfecho por sembrar la miseria entre los españoles. De lo que se trata es de socializar las quiebras empresariales, las colas de parados, las inyecciones letales, las clinicas mataderos a lo Morín y el borreguismo. A esto le llaman progreso y avance social. Ruina y muerte.

A río revuelto, ganancia de timadores y manipuladores. Sólo así se explica la inacción de este gobierno en relación a la crisis económica que nos azota. Encuestas publicadas en medios afines al gobierno, los PRISOES y cia, desvelan que una amplia mayoría de españoles cree que el gobierno no está haciendo nada frente a la crisis económica, sentimiento que es igualmente mayoritario entre los votantes socialistas.

Creo que ha tenido algo de providencial el triunfo de Zaptero en las pasadas elecciones. Con un gobierno del Partido Popular, el estallido de esta crisis hubiera supuesto barricadas en las calles y un escenario de enorme tensión social. Hoy estarían en las calles con pancartas de "martinsa somos todos" o "Rajoy arruina a los trabajadores". En cambio, Solbes declara que no es para tanto y los sindicatos aplauden. Licencias que tiene la izquerda española, la única que puede arruinarnos sin temor a una revolución. Ya es la segunda vez que nos envian al hoyo. Lo peor del caso es que once millones de españoles han avalado a sus sepultureros.

Wednesday, July 09, 2008


Desde mi trinchera liberal: Zapatero y sus dos platos.

Nuestro presidente Zapatero se ha sumado a la cadena de críticas que ha suscitado la opípara cena con que los madatarios del G-8 celebraron el final de una cumbre en la que se trató, precisamente, la grave crisis alimentaria actual y sus consecuencias.

Ya sabemos que la moral de Zapatero es elástica y lo mismo sirve para un roto que un descosido. A nuestro presidente le ha escandalizado el asunto de la cena de los mandatarios del G-8 y les ha recomendado una cena de estilo monacal: dos platos y silencio en el refectorio. Acaso se ha olvidado Zapatero de que en sus viajes se hace acompañar por las quince personas que componen el equipo de cocina de Moncloa. Quince tíos para cocinar dos platos debe ser todo un número. O me sobra personal o me faltan platos. Pura tipología farisea de la izquierda. Consejos doy y para mí no tengo. No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto, decía Aristóteles. No había conocido a Zapatero.

Ya puestos, podía Zapatero haber hecho la misma reflexión en la famosa cenita de Arenillas con el presidente de Vega Fund Holding, y que ascendió a la suma de 1400 euros para dos personas. Sólo en chupeteo de licores se soplaron más de 300 euros, mientras a usted el gobierno le recomendaba pasar las navidades con conejo guisado y vino de cosechero. Me hubiera gustado ver al ermitaño Zapatero recomendar austeridad en esa ocasión. Ah estos socialistas, siempre tan pulcros en el ejercicio del poder. ¿No ven como sí son idóneos para educar a la ciudadanía? Bienvenidos a la gran era del progreso socialista.