Wednesday, February 18, 2009


Desde mi trinchera liberal: Esta vez, sí, con Belloch.

Un íntimo amigo mío, que en sus tiempos tocó cargo y poder en el Partido Popular, pero que ahora no tiene nada que perder porque ya lo ha entregado todo, dice que votará a Belloch en las siguientes elecciones.

Me ha producido una enorme alegría saber que Belloch ha vuelto a confirmar que Zaragoza tendrá una calle dedicada a San José María Escrivá de Balaguer, devolviendo así al cauce de la normaldad democrática y plural un asunto que nunca debería haber salido de ahí. Calles de santos en un país de gran tradición católica las hay a miles. Además, como el propio Belloch ha reconocido, es una de las tres primeras personalidades aragonesas de la segunda mitad del siglo XX. He ahí una mente libre de prejuicios. Por otra parte, prejuicios son lo que sobran a izquierda y derecha del arco parlamentario. Animo a que alguien en la pomada nos escriba sobre las maniobras que el PP ha hecho contra la decisión de Belloch de dedicar una calle a este gran santo aragonés, y por católico, universal.

No es Belloch un hombre que rehúse el cuerpo a cuerpo, y se ha defendido de las críticas diciendo que oponerse a que San José María tenga una calle es un ejercicio de sectarismo. Y ha añadido que sectarios "hay en todos los partidos, también en el mío." Supongo que Piazuelo se habrá revuelto en su sillón.

Me cae bien Belloch. No sé si habrá ganado mi voto pero desde luego despierta en mí más simpatías que aquellos que según parece serían más afines a mi ideología, y que, en realidad, son esclavos de lo políticamente correcto. Yo no voto esclavitudes.

Monday, February 16, 2009


Desde mi trinchera liberal: ¿Tenemos los liberales la culpa de la crisis?

Si tuviera que definir "intervencionista", diría que es aquél que cree que la tutela del Estado nunca será bastante. Si tuviera que definir "liberal", diría que es aquél que piensa por sistema en la ineficacia e incapacidad del Estado.

Por el lado del intervencionismo, amarres, cuotas, catarata de regulaciones, invasión paternalista y burócratas al poder. Del lado de liberalismo, libre y privada iniciativa, responsabilidad personal y deficencias propias de la debilidad humana. Resulta evidente que a raíz de la crisis que nos azota, hay un aire de revancha ideológica de los intervencionistas más radicales, que ven en los excesos del liberalismo la causa principal de esta crisis. Durante décadas, los intervencionistas han vivido oscurecidos por los éxitos del liberalismo, que ha logrado, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, cotas de prosperidad nunca vistas.

Ahora reaparecen de las catacumbas cargados, dicen, de razón. Más Estado para atajar el virus del liberalismo, que ha hecho, según opinan, enfermar de muerte a la economía global. Ahora bien, ¿Qué callan los intervencionistas? Dos cosas muy importantes: Uno: Que dos de las empresas origen de la crisis Ninja, Freddie Mac y Fanny Mae, eran lo que se llama "government-sponsored private corporation", es decir, empresas privadas soportadas por el propio gobierno, y dos: Que la causa principal de esta burbuja especulativa se debe a la mano floja de los encargados de poner el dinero en circulación desde los Bancos Estatales. Sin una hiperinflación de dinero no hay tormenta financiera, ni burbuja que se resista.

De esta crisis no nos sacará el Estadoquetodoloveylegisla sino el ahorro, el sacrifico personal y público, el trabajo, la inversión y el libre mercado. Lo demás es poner piedras en el camino del verdadero progreso e intentos de reeditar a un fracasado Keynes.
Que esta crísis se debe en gran medida a la laxitud de los Bancos Estatales y su mano floja para poner dinero en circulación, elementos, no hay que olvidarlo, dependiendes del

Sunday, February 01, 2009


Desde mi trinchera liberal: Enterrando al Cine Español.

Pronto toda la espuma del clan de agraciados titiriteros de la Ceja celebrarán otra edición de los Goyas españoles, en un intento de darse ellos mismos los premios y reconocimientos que las taquillas les niegan. Desfilarán las películas que casi ningún español vemos pero que entre todos pagamos. El negocio bien engrasado de este fondo de reptiles.

Allí estará la millónesima sesgada historia de la represión franquista con sus girasoles rotos y asientos vacíos del Gran Maestre de La Cuerda. O el sectario y enano Camino de Fraser, que cuenta con avales suficientes para estar presente en la Gran Gala de la imaginería progre. No importa que el Camino lo haya transitado solamente la espectacular cifra de 200.000 espectadores, conviertiéndose, por cuestiones obvias, en una de las películas menos vistas de la historia del cine español, pero mejor pagada. Meterse con la Iglesia Católica a través del Opus Dei es lo que importa, razón más que suficiente para gozar del minuto de gloria en esta ceremonia de becarios agradecidos. Lo de menos es que se estas películas se vean menos que los documentales de la 2.

Lamentablemente, no tenemos en nuestra declaración de renta una casilla que nos de a elegir entre subvencionar el bodrio o destinar nuestro dinero a otras actividades de verdadero fin social. Tendremos que seguir pagando a escote la sopa boba y acomplejada de esta cuadrilla. ¿hasta cuándo vamos a conentir pagarles el sueldo mientras nos meten el dedo en el ojo?