Desde mi trinchera liberal: Tontos de cojones.

Ya no es que el Cuerda de la Cuerda Roja nos llamase idiotas a media España mientras se llena los bolsillos con nuestro dinero, además de cornudos ponemos la cama. Ni que Maruja Torres llamase hijos de puta a los votantes del Partido Popular, supongo que resultado de su mente nublada por una espantosa resaca. Ni que Magdalena Alvarez dijera que había que colgar a Esperanza Aguirre de la catenaria, o a Pepiño Blanco le haya sentado fatal que Esperanza Aguirre haya salido ilesa de los atentados de Bombay. La izquierda nos quiere mártires y bajo tierra a poder ser.

Hay que ir subiendo peldaños en esa escalada de violencia verbal que ejerce la izquierda española, esta vez por la bocaza de Pedro Castro, alcalde sociata de Getafe, para quien los votantes del PP somos "tontos de cojones".

Pues este tonto de los cojones dice:

Que la España del rencor histórico, que ni perdona ni olvida, que quiere volver a escarbar en las cunetas de la guerra civil, con la colaboración de jueces ineptos y sedientos de fama, que convierte en doctores "horroris causa" a personajes como Santiago Carrillo, es la España de la Izquierda, y sus votantes.

Que la España del paro, de la ruina económica, del dinerosóloparamisamigos, del pelotazo rojo, de banqueros acombachados en saloncitos privados, del déficit público insostenible, y de la quiebra de la Seguridad Social, es la España de la ortodoxia socialista, que siempre consigue arruinar lo que toca.

Que la España enemiga de la vida, bajo cuya bandera se están convirtiendo las clínicas en gigantescos mataderos industriales, en galerías de sonajeros rotos y mujeres traumatizadas, en lucrativo negocio de unos pocos desalmados, es la España de la izquierda, y sus votantes.

Que la España enemiga de la libertad, que impone manuales para la borreguería, cercena la libertad de expresión, abona el campo del pensamiento único y se carga a jueces por el simple hecho de ser católicos, es la España de la izquierda, y sus votantes.

Que la España de la confusión, del cinismo, que alardea de moralidad mientras practica el juicio sucio, capaz de sentarse a negociar con asesinos de gatillo fácil, humillando a sus victimas, denominando a los actos terroristas, accidentes, y a sus autores, hombres de paz, es la España de la izquierda, y sus votantes.

Que la España soez, que ha convertido la verdadera educación en una batalla perdida, adolescentes fracasados que no creen en el esfuerzo personal, ni en valor alguno, que ha llenado las televisiones de indigesta salsa rosa, de basura politicamente correcta, de villanos convertidos en héores, y de linchamiento mediático al adversario,o simplemente al que piensa diferente, es la España de la izquierda, y sus votantes.

Que la España de la mentira como estrategia, barriguera y apoltronada, de la subvención a fondo perdido a titiriteros de toda índole, que expolia fondos de cooperación y desarrollo a los paises pobres para premiar a solidarios sinvergüenzas, es la España de la izquierda, y sus votantes.

Que la España que saca al santo en procesión, que se va a comulgar bizcochos en parroquias de curas despistados, que pone una vela a Dios y otra al diablo, o dos al diablo y una a Dios, pero que ojo no diga un Obispo aquello que no cuadra con su arquitectura social, es la BonoEspaña socialista, y sus votantes.

Así que para tontos de cojones, los de su secta, Sr Castro. Y malvados.