Desde mi trinchera liberal: su única verdad.

Recuerdo cuando Zapatero dijo que "cualquiera podía llegar a ser presidente del gobierno de España". Y yo creo que es la única verdad que he oido a nuestro presidente en los últimos años. Así es. Cualquiera puede llegar a ser presidente del gobierno de España. Cualquiera. No hay más que verle a él.

¿Qué podemos esperar de alguien que lleva cobrando sueldo de la secta socialista desde los 21 añitos? Pronto empezó Zapatero a adentrarse por los laberintos de la puñalada trapera que significa la política. Normal que utilce cualquier artimaña para seguir pisando moqueta. ¿A qué otra cosa se podría dedicar?

He leido en algunos medios excelentes ensayos sobre cuáles deben ser las virtudes que adornen a un político. Teorías perfectas que me recuerdan al bullicio de los niños cuando juegan en las calles. Son pocos los que reparan seriamente en ellos.

Simplemente, es un discurso que no llega. Para que las cosas cambien es necesario tener capacidad de influencia. Dinero, algo de mala leche, unos cuantos cerebros grises de la estrategia, unos exquisitos del marketing y unos relojes ampliamente sincronizados. Mientras no dispongamos de esas palancas nos seguirán teniendo contra la lona. Quizá nos lo tengamos ganado.