Café tertulia con Rosa Plantagenet.
En el café-tertulia que tuvo lugar ayer en la cafetería Espumosos de Zaragoza, la diputada del PP, Rosa Plantagenet-Whyte, desveló la incapacidad del gobierno de M. Iglesias para gestionar el área social en nuestra desahuciada Comunidad.
Tres fueron especialmente los puntos tratados en el encuentro tertuliano, en donde los asistentes mostraron gran interés en preguntar a Rosa Plantagenet por nuestra coyuntura social, respondiendo aquella acertadamente con una argumentación bien fundada que despertaba atención y alimentaba la curiosidad por desvelar la situación social real en Aragón.

En primer lugar se comentó el Plan de Familia que hoy jueves 23 se está debatiendo en sesión Plenaria en las Cortes, presentado por la Dirección General de Familia y defendido por la responsable de ese departamento Blanca Blasco.

Al respecto, Rosa Plantagenet objetó que dicho Plan no contempla soluciones claras ni medidas concretas a las necesidades y problemática familiar, sino que se limita a recoger una serie de datos, cuadros sinópticos y estadísticas, simulando más bien un estudio sociológico o un análisis demográfico huérfano de ayudas patentes que contribuyan a la protección de la familia y a las situaciones de riesgo que pudieran llevar estas asociadas.

También afirmó que el PP sí incluye en su programa un Plan de Familia bien definido, a diferencia del que ahora se debate pues éste ha sido elaborado, al parecer, para salir del paso y justificar que la Dirección de Familia del Gobierno de Aragón ocupa sus horas procurando por el porvenir social familiar.

En este entendido, el Partido Popular ha solicitado al gobierno autonómico en numerosas ocasiones en la Cámara ayudas directas en sanidad y educación para las familias, desgravaciones fiscales sobre todo para las familias numerosas, para las que tengan personas con discapacidad y para las monoparentales sin tener en cuenta la renta como lo hace acérrimamente Izquierda Unida, para conseguir incomprensiblemente que se den las menores ayudas posibles a las familias.

También el PP va detrás de la supresión del impuesto de sociedades como lo han hecho otras Comunidades Autonómicas, pues la finalidad consiste en tutelar el bien jurídico a proteger que son los hijos, pues en virtud del artículo 39 de la Constitución española, “...son iguales ante la ley con independencia de su filiación, y las madres, cualquiera que sea su estado civil”.

Al hilo de esta conversación, Rosa Plantagenet explicó que el cambio estructural actual de familia es un hecho incuestionable sin posibilidad de que se pueda obviar, y por ello habría que formularse las siguientes preguntas: ¿qué entendemos por familia? y ¿ qué por núcleo familiar?, dando con ello un primer paso para el acercamiento de posturas en el ámbito social.

Una segunda cuestión que se presentó en la tertulia fue la “comarcalización” o la llanamente evocada “Ley Biel”, por ser éste el promotor de la misma. Con esta novedosa estructuración territorial, son las comarcas las que asumen en Aragón la competencia exclusiva de Servicios Sociales, financiándose con fondos finalistas de difícil control suprainstitucional.

La partida presupuestaria para las comarcas proviene del Gobierno Central mediante un Plan concertado que anteriormente iba destinada a las Diputaciones Provinciales y estas lo gestionaban. Todo ello genera una descoordinación alarmante y una desorganización legislativa que impulsa el clientelismo asociativo.

Por ello los Servicios Sociales públicos cada vez van a menos en favor del tercer sector (asociaciones y fundaciones) que suplen las labores que debería ofrecer la Administración Pública, creándose por tal motivo unos servicios “sociales paralelos” sin que cristalice una verdadera red social que suministre una serie de prestaciones avaladas y controladas por un ente superior.

De ahí que con una negociación sui generis entre las comarcas y las ONG,s, la alevosa picaresca puede ser moneda de cambio en las relaciones corporativistas al tener bien sujetos los votos en las sucesivas elecciones del personal contratado de las mencionadas asociaciones, asegurando a los cargos electos la permanencia en las futuras legislaturas.

Con todo ello, la inversión del Gobierno de Aragón en el área de Servicios Sociales es del 4.33%, mientras que en sanidad es del 32%, una diferencia que provoca la desesperación del mundo de la discapacidad ,de la marginación social y de las familias.

Y en tercer lugar, la futura Ley de la Dependencia y Autonomía Personal cerró el encuentro-café concluyendo que el gobierno socialista de Zapatero con Jesús Caldera al frente del Ministerio de Asuntos Sociales y Trabajo, ha vendido oportuna y calculadamente esta norma que a la vez concibe una gran imprecisión.

A este respecto Rosa Plantagenet adujo que bajo las apariencias bondadosas de la nueva ley, subyace también un paralelismo de red de servicios sociales para asegurar la pervivencia en el poder del PSOE, al tener desviadas las prestaciones al tercer sector.

Para el gobierno central y para los autonómicos, es más fácil soslayar dichos servicios hacia unas infraestructuras más o menos consolidadas, y también filtrar la responsabilidad del funcionamiento de las prestaciones, pues al fin y al cabo ellos solamente aportan el caudal económico, que para el año que viene asciende a15 millones de euros a nivel estatal y el 50 % restante para los gobiernos autonómicos, es decir, en total 32 millones de euros. Además la Ley no será eficaz a partir del día 1 de enero de 2007, pues el poder omnímodo del Consejo Territorial (sin constituir) y la reglamentación del desarrollo normativo no verá la luz pasado un buen segmento de tiempo.

Como colofón, Rosa Plantagenet lamentó la diferencia abismal que existe entre las diversas Autonomías que componen el mapa geográfico español, precisamente por estar la competencia de Servicios Sociales transferida a las Comunidades, creándose así unos desequilibrios desafortunados, indebidos, antisociales e insolidarios. No obstante, Rosa se mostró optimista y esperanzada en que las elecciones de mayo de 2007 cambien el color político del Gobierno de Aragón, y salga el PP elegido como vencedor para poder demostrar al pueblo aragonés que este partido, relegado injustamente por defender unos principios sólidos, sí apuesta por las personas ejecutando los programas que previamente han sido saturados de contenido .