¿Qué le pasa a Jiménez Losantos con la gaceta de los negocios?
Artículo publicado en www.aragón-liberal.lastinfoo.com

Vengo observando que Jiménez Losantos siempre omite comentarios sobre la Gaceta de los Negocios. Ni siquiera en la temprana hora de la mañana en la que Federico hace una reseña de los titulares de la prensa económica del día menciona a la Gaceta.

Olvida Federico una cosa: No se puede esconder una ciudad que brilla en lo alto del monte y La Gaceta tiene un crecimiento espectacular, por lo que la parcialidad caprichosa de Jiménez Losantos le aboca cada vez más a un callejón sin salida digna: si persiste en su infantilismo de seguir ninguneando a la Gaceta, le acabará comiendo por los pies, y si comienza a levantar el veto a la Gaceta, todos pensaremos que llega tarde, que en este caso es casi peor que no llegar. Elija lo que elija, se dejará pelos en la gatera, o en el micrófono. Con el agravante de que la mayoría de los lectores de La Gaceta somos también oyentes de la Cope y viceversa.
En el fondo, lo que subyace en el ánimo de Jiménez Losantos es su repulsión a que COPE y el Grupo Negocios (la Gaceta y Dinero) lleguen a un acuerdo para crear un gran grupo, algo que se está fraguando. Nunca la derecha española ha estado más necesitada de crear grupos de comunicación sólidos y fuertes, porque nunca en democracia han sido más tenaces y demoledores los intentos de la izquierda española de aniquilar a la derecha. Frente a este ataque que nos quiere condenar al ostracismo social y democrático a más de 10 millones de españoles, estamos reaccionando apiñándonos en torno a los grupos de comunicación que nos representan, entre ellos La Cope Y la Gaceta.

Creo que el incremento en oyentes de la Cope responde más a esta voluntad de amurallarnos frente a la agresividad de la izquierda que a los méritos de sus locutores, que son básicamente beneficiarios de esta polarización social. El matiz es muy importante: no es que Federico esté acrecentando la audiencia, es la audiencia la que lo está acrecentando a él por cuestión básicamente de supervivencia. Es desgraciadamente pública y notoria la animadversión de Jiménez Losantos hacia José Apezarena, director adjunto de la Gaceta, y durante años excelente profesional de la Cope. No pierde ocasión Jiménez Losantos de ensuciar el nombre de Apezarena a la menor ocasión. Por el contrario, jamás he oido a Apezarena hablar mal de Jiménez Losantos, supongo que en la caballerosidad está la diferencia. No es tiempo de personalismos, sino de crear grandes grupos de comunicación.
Lo importante de un edificio no es la veleta que lo adorna, por mucho que sea de metal y brille. Lo importante es el cimiento, el sillar. En la Cope, el sillar es esa derecha que desde el 14M especialmente se siente huérfana, engañada, y acosada por la izquierda y sus medios de comunicación mendaces. Quizá Jiménez Losantos prefiera ser veleta que adorna en lo alto, es asunto suyo, pero no aporta nada a la solidez del edificio de la Cope. La solidez son los cimientos, oscuros y en su mayor parte anónimos. Es decir, usted y yo.