Thursday, May 08, 2008
Desde mi trinchera liberal: Así no.
El Partido Popular parece obstinado en hacerse oposición a sí mismo y en convertir diez millones largos de votos en papeleta mojada y entretenimiento de baronías. Han convertido la política en un juego de nominaciones y capillitas. Ahora los botafumeiros mediáticos de la izquierda están con Rajoy. Muy lógico. Están con Rajoy porque siguen estando contra el Partido Popular y de los ciudadanos que este partido puede representar.
Dan carrete a un aliado útil, y aplauden el espectáculo cirquense en que se ha convertido el Partido Popular. Saben bien dónde disparan. Cuando se es ensalzado por el adversario, algo mal se habrá hecho. Y mientras tanto, diez millones de españoles asistimos a la devaluación de nuestro voto, convertido en simple recurso por profesionales de la política. Así no. Esta no es mi gente.
La dirección actual del Partido Popular parece haber optado por el camuflaje progresista y de lo políticamente correcto. Cuando dicen que hay que virar al centro, se refieren a eso. Cuando hablan de renovación, en realidad lo hacen de reprogramación. Aquí hay dos soluciones: o una nueva y distinta formación política o el recambio de la actual dirección. Tengo claro que muchos españoles no vamos a votar identificación sino orgullosa distinción.
Han dado el micrófono principal a Soraya Sáenz de Santamaría. Y a mí al oirla me parece estar oyendo el recital de un estudiante a oposiciones. Suelta el discurso aprendido sin pestañear, muy académicamente. Falta imaginación y sobra cantinela de muermos. Asoman los complejos donde debería haber convicción. Decía Heinrich Heine: "Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión".
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