Desde mi trinchera liberal: El Ibex se desploma.

El Ibex cayó ayer un 3,75%. Se trata de su mayor caída desde el 4,15% que bajó el lunes 15 de marzo de 2004, el día siguiente de la inesperada y accidental victoria electoral del entonces candidado del PSOE y actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La primera consecuencia del imprevisto triunfo de Zapatero fue el hundimiento de la bolsa española. Ver a Zapatero sonriente haciendo la señal de victoria suscitó un sentimiento de pánico tal entre los inversores que aún no ha hayado quien le supere.

La crísis actual que vive la bolsa no se resolverá hasta que no se depure a conciencia la implicación real del sistema financiero: a qué entidades afecta y cuál es su nivel de exposición. Es la única forma de que termine la crisis de liquidez interbancaria.

Inyectando dinero fresco en el mercado, el Banco Central Europea mitiga de momento la necesidad de liquidez de las entidades financieras. Ese es el lado positivo de la decisión. Pero, al tratarse de una actuación extraordinaria, de cura de urgencia, aplaca sólo de momento la hemorragia. Las autoridades monetarias no van a ser capaces de restablecer la circulación normal del sistema por ellas mismas.

Aún hay otra consecuencia que no debemos ignorar. Al tomar este tipo de decisiones, las autoridades monetarias están hipotecando futuras decisiones en el terreno de los tipos de interés, necesarias para garantizar el crecimiento económico y controlar la inflación. Es el momento de la ingeniería financiera.

El Ibex ha perdido la barrera psicológica de los 14.000 puntos, por lo que, técnicamente, está en caida libre. Con esta caída, la bolsa española dilapida las ganancias que llevaba acumuladas este año. Y, mientras tanto, Vegara y Solbes instalados en el "Aquí no pasa nada". Los socialistas y su permanente ficción de color rosa. Sálvese quien pueda.