Desde mi trinchera liberal: Carmen Chacón Dixit.
Sin duda contagiada por ese optimismo bobalicón marca Zapatero, Carmen Chacón ve añadas excelentes donde los demás vemos una cosecha de cascotes. Acaba de declarar que son pocos los españoles que tienen que apretarse el cinturón.
El vicio de la mentira se ha instalado definitivamente en esta nueva corte de profesionales de la política, ya sea por ignorancia, por blindaje de su voluntarismo irracional, o por simple cálculo electoral. La frase de Chacón es una mentira de muy corto recorrido. Su destino, aparte de su evidente descrédito personal, es la carcajada en las cafeterías. Pertenece a la categoría de frases lúdicas que tanto adornan a Zapatero y sus acólitos. Café a 80 céntimos y el cinturón bien suelto.
La realidad es que los españoles que están refinanciando sus hipotecas ha tenido un incremento espectacular. Dilatan el corse de sus créditos en el tiempo aunque eso suponga pagar a la larga más. Hoy en día firmamos ante notario nuestra propia supervivencia. Simplemente. Pocas bromas con esto, ministra.
El consumo interno se retrae, y ahi está la drástica caída en la recaudación de IVA para demostrarlo. El euribor amenazando. Los productos básicos conviertiéndose en un lujo. La construcción desacelerándose a marchas forzadas, y las inmobiliarias desapareciendo del mapa. La transición de un modelo de crecimiento de la economía basado en la construcción y el consumo interno a otro modelo liderado por la actividad industrial y el aumento de las exportaciones pertenece en exclusiva a la colección de quebradizos sueños de Zapatero. Ni exportamos más ni la actividad industrial crece. Al contrario, los últimos datos del INE, para el útlimo trimestre, muestran que la industria creció un 4.8% frente al 5,5% del primer trimestre.
Decía Luis Olarra que la clave de la economía en un país es exportar, exportar, y exportar. Lo demás son puñetas, afirmaba. Si los españoles queremos exportar algo más además de pimientos verdes y sangría en tetrabrik, deberíamos haber roturado antes el terreno, inviertiendo en tecnología y en desarrollo. Nuestra escasa competitividad, nuestra enana productividad, nos hace exportar poco, y a precio de granel. Cambiar la situación está fuera de la varita mágica de Zapatero. Un gravísimo problema a corto plazo: ¿Qué sector será capaz de absorver la mano de obra excedente de la construcción? A fecha de hoy, ninguno. Todos los datos apuntan a que la rueda de la economía circula con mucho menos aire del previsto.
Carmen Chacón nos ha querido dibujar un paisaje idílico de postal imposible. Vayan taladrando agujeros al cinturón que esto no ha hecho más que empezar.
1 comment:
Anoniimo Perez dijo
Construcción pierde empleo a marchas forzadas, y de momento, industria también. Aunque para Caldera es sólo la estacionalidad...lo mismo que dijo en junio..y en julio...claro, todos los meses son estacionales. Recomendar2007-09-04 18:59:20
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