Saturday, June 21, 2008


Desde mi trinchera liberal: Juego de equilibrios.

Recientemente, he oido a Alberto Ruiz Gallardón afirmar que el Partido Popular debe ser un partido que sepa recoger los ideales de la gran mayoría de los españoles. Me ha recordado al deseo de Mariano Rajoy de adaptar los principios del partido a la realidad social cambiante. Se intuyen aires de cambio en el Partido Popular español, aunque dudo mucho de que sean los cambios que un gran número de votantes esperamos.

La estrategia del Partido Popular pasa por dominar ese espacio político llamado Centro, que nadie sabe definir pero que parece que se ha convertido en el objeto de deseo de la derecha española. No es precisamente el anhelo de Zapatero aparentar centrismo, sino radicalismo. A Zapatero le queda corta la socialdemocracia y la tercera via europea. Lo suyo es presumir de rojo, de escarbar en las cunetas de la guerra civil española, de ajustar hipotéticas cuentas pendientes con media España. Tengo la impresión de que Zapatero sería feliz en un país de boinas rojas. Por mucho que lo intente ocultar bajo el celofán de su falso talante.

Hay quien identifica centro político con cómodo relativismo. Desde el relativismo, las palabras con mayúscula sobran. Nada hay absoluto, nada hay sagrado. Todo es negociable, mercancía que a veces interesa y a veces no. Paréntesis y entrecomillados. Estos son mis principios, aunque si no le gustan, tengo otros, bromeaba Groucho Marx. Su única verdad es precisamente que no hay verdad, ni principios. O, en todo caso, la "verdad" de cada época se fabrica en base a modas, sentimientos dominantes, o ideologías que se acaban por imponer. No hay espacio para la diferencia, para la libertad o para la rebeldía. El relativismo desactiva el pensamiento libre.

En el Partido Popular se aglutinan diferentes familias: democristianos, liberales, conservadores, o exfranquistas más o menos suavizados como Fraga, que ahora va de referente centrista. Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras. También, en torno al Partido Popular se ha condensado gran parte de lo que podríamos llamar el voto católico en España, y no creo que sea ésta una corriente minoritaria en el Partido Popular. ¿Nos sabrán tener en cuenta?

No comments: