Sunday, November 23, 2008
Desde mi trinchera liberal: Que viene el ruso.
Estoy convencido, lo cual no quiere decir que finalmente tenga razón, de que la operación de compra de parte de Repsol por la empresa rusa Lukoil es un fiasco. El Financial Times acaba de definir esta supuesta operación como "opera bufa", es decir, una napolitana ópera cómica. Han hilado fino esta vez los del FT.
Vayamos por partes. Calentones para reactivar valores moribundos existen desde que la bolsa es bolsa. Normalmente, estos calentones tienen que ver con supuestos cortejos, apañados con antelación a golpe de talonario. Las empresas también saben actuar bajo los focos y hacer teatro. Y cobran por prestarse a este juego de matrimonios ventajistas, así de simple.
Resulta cuando menos chocante que Lukoil, cuyos problemas de financiación le están ahora mismo haciendo parar proyectos de inversión ya empezados, se ofrezca a pagar una prima del 100% por un paquete pequeño de acciones de Repsol.
La operación no se sostiene ni desde el análisis técnico ni desde el análisis fundamental. Sacyr es fruta madura a punto de caer, lo saben en Moscú como en Madrid. En esta situación de debilidad, ¿van a aceptar los rusos pagar una prima del 100% por un escuálido porcentaje en la cotización de Repsol, que ni siquiera le va a dar un asiento en el Consejo? ¿Van los rusos a aceptar comprar un piso del que otro, u otros, tienen la llave? O aquí hay contrapartidas inconfensables o esto es un camelo. Yo creo lo segundo.
Y a todo esto Zapatero pone la alfombra roja a los rusos de Lukoil, algo que tendría que explicar al mínimo detalle a todos los españoles. Hay quien quiere ver en esta operación de Zapatero una excusa para renacionalizar Repsol. El argumento sería, más o menos, dar de entrada carrete a los rusos para meter el miedo en el cuerpo a los españoles y justificar así la intervención salvadora del gobierno. Y vuelta de Repsol al control político. Es algo que puede encajar perfectamente en el nuevo esquema socializante, liberticida del mercado, atufando a intervencionismo, que quiere reinstaurar Zapatero. Casi que prefiero a los rusos.
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