Desde mi trinchera liberal: Una de fotos.

Hay que reconocer que la izquierda española suele resultar mucho más fotogénica que la derecha, y que tiene también la lección del oportunismo político mucho más trabajada. Lo ha demostrado recientemente con la foto que por fin ha conseguido Zapatero en la cumbre de los G-20.

Aznar también quiso posar con los muñidores de un nuevo eje de influencia, y metió a España en la sangría de Irak. La foto de las Azores aún sigue produciendo cierto sonrojo en muchos españoles, yo incluido, y jamás pude comprender la torpeza de Aznar, tan brillante en otros aspectos. Sigo sin entender por qué se prestó su sonrisa a una foto cuya leyenda era el bombardeo de un pueblo.

Coincido con Federico R de Rivera cuando dice que la foto del infiltrado Zapatero en la cumbre de los G-20 es, en última instancia, un éxito del Presidente español, que recupera oxígeno político inmediato y cuya factura acabaremos pagando todos los españoles. La opinión pública compra más fácilmente imágenes que texto, y acaba por obviar el análisis de los hechos. De momento, Zapatero nos sigue vapuleando con su fotogenia. Y encima, nosotros pagaremos el revelado.