Desde mi trinchera liberal: Adios a los hombres anuncio.

¿Y usted se cree que a mí me gusta estar así? , preguntaba retóricamente uno de los hombres anuncio a la entrevistadora. Pues no, no me gusta. Pero menos aún me gusta robar, remataba el buen hombre.

Se ve que en la nueva arquitectura gallardonita no caben los hombres anuncios. Gallardón ha decidido quitarlos del paisaje urbano de Madrid alegando razones éticas, y no estéticas. Miedo me da a mí este súbito ataque de ética gallardoniana.

Otro de los hombres anuncio entrevistados en esa programa, lo tenia claro. Con este trabajo ingreso 600 euros al mes, para pagar la renta y hacer UNA comida al día. ¿Va Gallardón a sentar a este buen hombre a su mesa? ¿O se verá forzado a acudir a los comedores de la beneficiencia? Eso, señor Gallardón, sí que es un problema ético.

Empiezo a estar bastante harto de esa clase política de moqueta y grandes recepciones que se afana en crearles problemas a los ciudadanos desde su poltrona. Como decía otro hombre anuncio durante la entrevista, "yo ahora mismo cuelgo el anuncio si Gallardón me da un trabajo mejorª. Pues eso, alcalde, y si no, a callar.