Desde mi trinchera liberal: ¿Entraremos en Depresión?

Los puretas de la economía definen depresión económica como la fase del ciclo que sigue inmediatamente a la crisis.Período prolongado caracterizado por un elevado desempleo, un bajo nivel de producción y de inversión, pérdida de confianza de las empresas, descenso de los precios y quiebras generales de empresas.

Si atendemos a los últimos datos publicados, con una histórica caída en la producción industrial y el aumento escalofriante en el número de parados, a pesar de los intentos de maquillaje de los ministros del gremio, que mandan a los parados al zoo para evitar contablizarlos como parados, ¿cómo van a ser parados si los movemos de curso en curso?, es evidente que lo peor está por llegar y que el escenario de una depresión prolongada en el tiempo es más que probable.

Hay que hacer un poco de historia. ¿Qué nos ha llevado a esta situación? Dejando a un margen la probada ineficacia del gobierno socialista para gestionar la economía, en palabras de Juan Velarde, durante los tiempos de las vacas gordas hicieron todo lo posible porque volvieran las flacas, la causa estrictamente económica ha sido un erróneo modelo de crecimiento, paleto y especulativo, basado en el ladrillo, el consumo interno y en el aumento de población activa convertido en mano de obra intensiva. Y todo esto a golpe de endeudamiento. Era un modelo llamado al deastre, como verificamos ahora.

Decia aquel gran empresario vasco, Luis Olarra, que la clave económica de un pais era exportar, exportar y exportar. Lo demás, decía, son puñetas. Pues bien, nosotros tenemos puñetas a carretadas y en cambio hemos perdido el 15% de cuota de mercado en el comercio mundial, del 2,06 en 2003 al 1,74 en 2007. Seguimos en un nivel de competititividad y productividad subterráneo y así sólo podemos aspirar a exportar poco y a precio de granel. Primer giro que hay que dar en el sistema productivo español.

La primera medida que debería haber tomado el gobierno es obligar a las administraciones públicas a pagar todo el dinero que demoran a infinidad de PYMES españolas, financieramiente axifisiadas por culpa de la morosidad pública. Menos subastas de Fondo de Adquisición de Activos para bancarios, que además se quedan sin cubrir enteramente, menos dinero al bolsillo de los beautiful amiguetes y pague al del mono su trabajo. Tan sencillo como esto.

La segunda medida es el control del gasto público, algo absolutamente necesario para mejorar nuestra competitividad y poder aliviarnos de impuestos. España tiene más coches oficiales que Estados Unidos. Lo cual quiere decir que al despilfarro público se suman los del Partido Popular, los del PSOE, los escasos comunitas de Izquierda Hundida, los nacionalistas periféricos y los "istas" de todo pelaje, credo y condición. Lo que se necesita, ni más ni menos, es la superación del modelo político actual.

Es insostenible. No podemos mantener s La Casa Real con todas su parafernalia, La Moncloa con sus 642 asesores, los 18 ó 20 gobiernos gastrónomicos, con sus miles de Ministrejos, los maletines de doble fondo, los 19 ó 21 Parlamentos, con sus Palacios, sus menús subvencionados, las 54 Diputaciones, las 54 Cámaras de Comercio, los Sindicatos con sus más de 200.000 liberados, los Partidos Políticos, incluidos los terroristas, toda la retahila de ministerios inútiles los altos cargos por enchufe, los asesores forraditos, las Visas echando humo, los expertos de la mamandurria y nosotros intentando llegar a fin de mes o empezando a tirar de rotulador rojo en los clasificados del domingo.

Y para colmo, nos toca pagar también las tardes de juegos reunidos geyper que tanto gustan a Zapatero. Los fondos sin fondo para la existosa alianza de civilizaciones, el negociazo del cambio climático, la canonización del Gran Simio, la educación para la borreguería y demás fichas de colores que tanto disfruta moviendo Zapatero, el homo ludens.

Si esto es España paren que yo me bajo.