Desde mi trinchera liberal: Arenillas movedizas.
Julio Segura tenía el rostro demudado cuando en su reciente y digital toma de posesión de la presidencia de la CNMV, el presidente saliente, Conthe, acusó al vicepresidente, Carlos Arenillas, de haber recibido papeles de Moncloa para eliminar a Francisco González, presidente del BBVA.
Que la CNMV es el particular teatro de títires del gobierno Zapatero no ofrece ninguna duda. Basta con querer verlo. Su sutileza en el arte del disfraz carnalavesco no es tan refinado, y van dejando las huellas de sus desmanes en la piel del camino. Así lo han empezado a ver todos los grupos políticos del Congreso, que en una votación a propuesta del Partido Popular , han instado al gobierno a cambiar el mecanismo de elección del presidente de la CNMV. El PSOE ha votado en contra, como era de suponer. Definitivamente han plantado ya la tienda en la selva de la "corrución". ¿Podrá alguna vez el socialismo existir sin ella?
La acusación de Conthe a Arenillas reviste una gravedad especial.Prestarse a ser la correa de transmisión de la oficina económica del gobierno para eleminar a Francisco González de la presidencia del BBVA nos sitúa en una escenario de absoluta inseguridad jurídica, propio de regímenes dictatoriales y no de democracias relativamente sanas. Que funcionarios de Instituciones aparentemente independientes formen parte de este oscuro engranaje es una contaminación letal. La credibilidad de la CNMV es, en las circunstancias actuales, irrecuperable. Si han roto las cadenas de bronce, romperán también las de oro. No hay límites para quien se obstina en el sectarismo radical. Nos espera mucha más sal en la herida.
Julio Segura tenía el rostro demudado cuando en su reciente y digital toma de posesión de la presidencia de la CNMV, el presidente saliente, Conthe, acusó al vicepresidente, Carlos Arenillas, de haber recibido papeles de Moncloa para eliminar a Francisco González, presidente del BBVA.
Que la CNMV es el particular teatro de títires del gobierno Zapatero no ofrece ninguna duda. Basta con querer verlo. Su sutileza en el arte del disfraz carnalavesco no es tan refinado, y van dejando las huellas de sus desmanes en la piel del camino. Así lo han empezado a ver todos los grupos políticos del Congreso, que en una votación a propuesta del Partido Popular , han instado al gobierno a cambiar el mecanismo de elección del presidente de la CNMV. El PSOE ha votado en contra, como era de suponer. Definitivamente han plantado ya la tienda en la selva de la "corrución". ¿Podrá alguna vez el socialismo existir sin ella?
La acusación de Conthe a Arenillas reviste una gravedad especial.Prestarse a ser la correa de transmisión de la oficina económica del gobierno para eleminar a Francisco González de la presidencia del BBVA nos sitúa en una escenario de absoluta inseguridad jurídica, propio de regímenes dictatoriales y no de democracias relativamente sanas. Que funcionarios de Instituciones aparentemente independientes formen parte de este oscuro engranaje es una contaminación letal. La credibilidad de la CNMV es, en las circunstancias actuales, irrecuperable. Si han roto las cadenas de bronce, romperán también las de oro. No hay límites para quien se obstina en el sectarismo radical. Nos espera mucha más sal en la herida.
La Oficina Económica de Moncloa es el foco de la infección. Fue creada expresamente por Zapatero como instrumento de control, miedo y coacción a empresarios. Lo propio de un régimen socialista, pero no de un socialismo democrático, sino de esta democracia malherida, malvendida a radicales periféricos y deficitaria en libertades que está pariendo Zapatero. Sibilinamente. Yo creo la serpiente le ha contagiado.
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