Wednesday, February 14, 2007


Un lenguaje camaleónico, por Álvaro Vázquez.


Llamar a cada cosa por su nombre debe ser una máxima por la que estamos obligados a luchar, porque el verdadero significado de las cosas es el que permite que veamos la realidad tal cual es y no desdibujada como es pretensión de algunos interesados.Un lenguaje camaleónico
El lenguaje, la “lengua”, del latín “lingua”- se define en el Real Diccionario de la Lengua Española como: “el sistema de comunicación verbal de una comunidad”; “sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen” y “vocabulario y gramática propios y característicos de una época”.
El lenguaje es universal y según algunos conocidos filósofos como Martin Heidegger, privativo del hombre; famosa es la tesis del mismo Heidegger según la cual el lenguaje es la casa del ser (Haus des Seins) y la morada de la esencia del hombre. No obstante, dejando a parte particularidades propias del mismo, lo que si parece claro, y universalmente aceptado, es que el lenguaje es capaz de transmitir conceptos, ideas, conocimientos y mensajes. Información toda ella que adquiere uno u otro significado en función de cómo se utilicen las palabras que transmiten dicho contenido lingüístico. Metafóricamente hablando, podríamos decir que el lenguaje es capaz de adquirir ciertas características camaleónicas en tanto en cuanto posibilita el “camuflar”,”ocultar” y/o “enmascarar” la realidad de un significado en pro de determinados intereses particulares, socio-políticos e incluso economicistas.
Pongamos como ejemplo las más habituales manipulaciones que se están dando actualmente en nuestro país: se habla de “muerte digna” por “eutanasia”; “interrupción voluntaria del embarazo” por “aborto; “transferencia nuclear de ovocitos” por “manipulación de embriones”.
Y yo pregunto: ¿donde está la dignidad de una muerte provocada?, la dignidad se vive, no se muere; ¿qué posibilidades tiene la continuidad de una interrupción de un embarazo? porque si se interrumpe, sólo se para, es decir podrá volverse a reactivar, porque lo interrumpido sólo está paralizado, no eliminado; y ¿que es un ovocito transferido? sino el primer paso de un embrión fabricado en un laboratorio, para su posterior manipulación.
¿Porqué desfigurar el verdadero significado de las palabras? sino por buscar ese disfraz perfcado de las palabras? sino por buscar ese disfraz perfecto que permita a quien lo provoca el interesado efecto minimizador de una realidad cruel y desalmada. Efecto minimizador que permita dar cabida a esos intereses sombríos que de otra forma nunca verían la luz.
¿Que está pasando en esta sociedad, adormecida, que ni siquiera es capaz de entender el verdadero significado de unas palabras que ocultan un mensaje tan inhumano, ruin y hasta sanguinario?.
Llamar a cada cosa por su nombre debe ser una máxima por la que estamos obligados a luchar, porque el verdadero significado de las cosas es el que permite que veamos la realidad tal cual es y no desdibujada como es pretensión de algunos interesados.
Eutanasia, aborto, manipulación embrionaria, ASESINATOS, esa es su realidad definitoria y su verdad lingüística.
Alvaro Vázquez Prat
Médicos por la vida

1 comment:

Karita Loaiza said...

La verdad difiero en algunos aspectos con lo planteado por el autor, aunque es cierto que las cosas hay q llamarlas por su nombre, nos trae a caso tres ejemplos bastante polémicos y ataca las posiciones contrarias a las suyas sin darle la posibilidad de defenderlas.

En primer lugar, se refiere a la eutanasia, así que seguiré ese orden. Para mi la eutanasia es una decisión personal, si la persona desea morir, quienes somos nosotros para impedírselo? la vida como la muerte son caminos individuales, puedes compartir la vida con otros pero esto no quiere decir que ellos la vivan por ti, así mismo la muerte es algo tan intimo y privado que es imposible negársela a alguien. El que yo no me practicara una eutanasia no es razón para tildarla de algo inhumano o peor. Esa es simplemente la opinión del autor, pero existen tantas opiniones como personas en el mundo y es algo que solo uno puede decidir.

En segundo lugar toca el tema del aborto, puede que para el autor suene muy cruel, pero no es mas cruel traer un niño al mundo a un hogar donde va a pasar necesidades, ya sean económicas, afectivas o de cualquier índole y en el peor de los caos traerlo a un hogar donde va a pasar maltratos. Si es un niño no querido hacerlo nacer es condenarlo a una vida de sufrimiento y un futuro desolador. Y puede decirme ahora el autor que existen hogares sustitutos como los proporcionados por el ICBF, pero yo como trabajadora social, conozco estos hogares y la verdad que en la mayoría no se les ofrece una buena calidad de vida a los niños.

El tercer punto es la manipulación embrionaria, no podría esta evitar que niños nacieran con defectos?? de todas formas este no es un tema que me interese mayormente. Pero a lo que voy, es a la posición radical del autor, una buena posición trata de no ser radical porque se cierra a los Pro que brinda la contraparte y no ve más allá de sus ideas.

En esta época necesitamos mente abierta, analítica y sobre todo propositiva, que brinde verdaderas alternativas y que no solo se quede en la crítica sino que trascienda