Desde mi trinchera liberal: Rajoy convence.
Se notaba por las caras de los presentes que Rajoy estaba dando una imagen muy cercana, confiada, serena, e inteligente en el programa "tengo una pregunta para usted". Contestó directo, certero, brillantemente. Inspirando confianza. Respirando futuro
El programa supero en mas de medio millon al de Zapatero. Lo cual solo puede ser un evidente sintoma de que cada vez mas españoles vemos la necesidad del recambio. Desalquilar a Zapatero de Moncloa se esta convirtiendo en un imperativo para muchos españoles. Y muchos vemos en Rajoy un motivo de esperanza, fiable y serena.
Rajoy respondio a muchas mas preguntas que Zapatero. Rajoy actuo con agilidad, con soltura, con profundidad. Cercano, es la palabra. Zapatero se perdio como de costumbre, en discursos visionarios, cargados de palabras vacias, como quien quiere vender arena en el desierto. Completamente alejado de la realidad. Como los malos equipos de futbol, Zapatero buscaba dormir la pelota en cuanto la cogia. Una defensa tan endeble como la suya es un coladero de goles. Y con un saco se fue.
En cambio Rajoy soltaba el balon rapido, pasaba al contraataque, dio mucho y vibrante juego. Lorenzo Mila, ejerciendo de arbitro casero, la voz a ti debida, Zapatero, alteraba las reglas del juego a su conveniencia. Permitio varias preguntas consecutivas a los ciudadanos del publico mas criticos. Hasta 5 preguntas permitio a la misma persona en alguna ocasion. Y fue un error: Rajoy se crecia en el cuerpo al cuerpo, y los acababa desbordando.
Un resumen podia ser este: ante una pregunta capciosa, Zapatero provoco la risa burlona y espontanea del publico sirviendo el cafe a 80 centimos. Rajoy, que tambien tuvo su particular pregunta capciosa y a todas luces preparada con antelacion por Mila, arranco del publico, tambien espontaneamente, el aplauso con su respuesta.
Mas alla de la anecdota, Rajoy presento una serie de propuestas muy convincentes, en diferentes terrenos.Abrio la puerta a posibles pactos postelectorales basados en el consenso. Hablo de España, de su riqueza, de su futuro, de su unidad. Con los pies en el suelo: mientras los chinos venden camisetas a un euro obligando a cerrar muchas empresas textiles españolas, Zapatero discute si España es una, o cincuenta y una. Se le vio como el presidente de todos y cada uno de los españoles, en contraste con Zapatero, presidente accidental de minorias extremistas y perifericas.
En definitiva, una estrella que brilla con mas fuerza cada vez y otra que declina inexorablemente. Y es que Zapatero nunca ha pasado de nebulosa, y como llego a Moncloa, ya lo saben ustedes, un gran agujero negro. Todavia.
El programa supero en mas de medio millon al de Zapatero. Lo cual solo puede ser un evidente sintoma de que cada vez mas españoles vemos la necesidad del recambio. Desalquilar a Zapatero de Moncloa se esta convirtiendo en un imperativo para muchos españoles. Y muchos vemos en Rajoy un motivo de esperanza, fiable y serena.
Rajoy respondio a muchas mas preguntas que Zapatero. Rajoy actuo con agilidad, con soltura, con profundidad. Cercano, es la palabra. Zapatero se perdio como de costumbre, en discursos visionarios, cargados de palabras vacias, como quien quiere vender arena en el desierto. Completamente alejado de la realidad. Como los malos equipos de futbol, Zapatero buscaba dormir la pelota en cuanto la cogia. Una defensa tan endeble como la suya es un coladero de goles. Y con un saco se fue.
En cambio Rajoy soltaba el balon rapido, pasaba al contraataque, dio mucho y vibrante juego. Lorenzo Mila, ejerciendo de arbitro casero, la voz a ti debida, Zapatero, alteraba las reglas del juego a su conveniencia. Permitio varias preguntas consecutivas a los ciudadanos del publico mas criticos. Hasta 5 preguntas permitio a la misma persona en alguna ocasion. Y fue un error: Rajoy se crecia en el cuerpo al cuerpo, y los acababa desbordando.
Un resumen podia ser este: ante una pregunta capciosa, Zapatero provoco la risa burlona y espontanea del publico sirviendo el cafe a 80 centimos. Rajoy, que tambien tuvo su particular pregunta capciosa y a todas luces preparada con antelacion por Mila, arranco del publico, tambien espontaneamente, el aplauso con su respuesta.
Mas alla de la anecdota, Rajoy presento una serie de propuestas muy convincentes, en diferentes terrenos.Abrio la puerta a posibles pactos postelectorales basados en el consenso. Hablo de España, de su riqueza, de su futuro, de su unidad. Con los pies en el suelo: mientras los chinos venden camisetas a un euro obligando a cerrar muchas empresas textiles españolas, Zapatero discute si España es una, o cincuenta y una. Se le vio como el presidente de todos y cada uno de los españoles, en contraste con Zapatero, presidente accidental de minorias extremistas y perifericas.
En definitiva, una estrella que brilla con mas fuerza cada vez y otra que declina inexorablemente. Y es que Zapatero nunca ha pasado de nebulosa, y como llego a Moncloa, ya lo saben ustedes, un gran agujero negro. Todavia.
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