Desde mi trinchera liberal: ¿Cuánto vale un café, Zapatero?
Ha presentado un programa Televisión española, esa que pagamos todos pero no es de todos, en el que unos ciudadanos españoles planteaban sus preguntas a Zapatero. El programa según los cauces previstos: Mucha pregunta neutra, mucho discurso preparado de Zapatero, serenata de papagayo aleccionado, y Lorenzo Mila, que ejerce de maestro de ceremonias, que no puede disimular la admiración por Zapatero ni aun cuando la cámara le enfoca. Le falta aplaudir con las orejas. Yo creo que van a tener que sacar a una asistente para que le vaya secando la baba.

Todo transcurría, pues, según lo previsto. Según lo acordado, según lo pactado. Hasta que ha llegado el turno de pregunta de un navarro. El navarro le ha preguntado, directo, y breve: Sr Presidente: Usted habla de grandes crifras. Del crecimiento de nuestro PIB. De los planos de contabilidad. De macroeconomía, en definitiva. Pero a pie de calle, cada día somos más pobres. Nuestros sueldos no han subido en proporción con el coste de la vida.

Nuestro presidente, que no ha querido o no ha sabido captar la pregunta de este ciudadano, ha vuelto a soltar toda una batería de datos, de números idílicos, de estadísticas maravillosas. Lo decía Mark Twain, existen las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas. Y aquí ha surgido la sorpresa. El navarro, nuestro navarro, no se estaba quedando nada convencido, y le interrumpe:

"Usted sigue hablando de grandes cifras. No desciende a lo real. ¿Sabe usted presidente cuánto vale un café hoy?
Zapatero, con media sonrisa, contesta: ¿80 céntimos?

El navarro: presidente, 80 céntimos ya costaba en tiempos del abuelo Pachi, por favor"

Zapatero ha fruncido el ceño, ha encogido sus labios y ha enmudecido, mientras el público no podía disimular las risas.

El programa promete. Ni jugando en casa y con el árbitro casero consigue rematar Zapatero