Saturday, March 03, 2007


Desde mi trinchera liberal: Les presento a Charlie.


José Carlos Carballo, Charlie, es un joven tretapléjico con una enorme ilusión por vivir. Su vida, es heróica en la misma proporción que trágica. Scott Fitzgerald decía: "enséñame un héroe y te escribiré una tragedia".


El sueño de José Carlos Carballo era ser piloto de aviones militares. De pequeño, su madre le llevaba la base aérea de Villanubla, en Valladolid, a ver aviones. No hay infancia sin aviones.


Hoy en día el heroismo no parece estar de moda en algunos medios de comunicación. Se difunde más la huida. La toalla arrojada en cualquier esquina, en cualquier hospital, bajo cualquier puente. Se exalta también a quienes ayudan a llevar a cabo ese radical fracaso. Nos hablan del eufemismo de la muerte digna, cuando lo digno es vivir, a veces, a contrapelo, con heroicidad. Tal es el caso de Charlie, y desde este periódico, hacemos este merecido elogio. Somos agraciados por tener héroes entre nosotros.


Una diabetes impidió a Charlie hacer el servicio militar en la base aérea de Valladolid. Luego, vendría un infarto cerebral que derivó en una tetraplejía. Necesita una sonda para alimentarse y una traqueotomía para respirar. Que Dios no te mande todo lo que tus espaldas son capaces de aguantar, suele decirme un amigo mío. También, es del todo cierto, Dios da la gracia. Desde su silla de ruedas, sigue viendo la vida como un regalo. Y lo disfruta. Ha escrito dos libros. Su mujer le sigue queriendo y cuidando. Dicen que tras un gran hombre hay siempre una gran mujer. En este caso, lo que debe haber es una santa con mayúsculas. Dios se la conserve.


Hace unos días, Charlie cumplió un sueño largamente acariciado. Lo subieron a un avión, a pesar de su tretaplejía, vestido de militar para la ocasión. Sobrevoló la ciudad en la que vive. Feliz, vio desde el cielo el mundo tan insigficante y tan pequeño, en el que nos movemos. Y tan hermoso cuando hay ilusión por verlo así. Mi enhorabuena a quien permitió a Charlie este rato de felicidad. Que se lo valoren y devuelvan multiplicado cuando toque.


Cuando hablamos de "muerte digna" estamos en realidad hablando de otra cosa. Estamos hablando de soledad, desesperación, desamor y ausencia de Dios. Estamos hablando de médicos sin escrúpulos que se ofrecen a inyectar este fracaso en quien está solo y abatido. Son su última compañía y su verdugo. Mi desprecio.


"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol", decía Luther King. Otros, prefieren la tala indiscrimanada del árbol de la vida.

1 comment:

finig said...

frid dijo

La vida es para vivirla. El esfuerzo nadie nos lo impide, es lo que hace al hombre valeroso. La aventura no es coger lo que me apetece sino arrebatar lo que se nos niega. Cuenta como apasionante el enfrentarse con la adversidad. Para ir como los monos cogiendo plátanos según "se sienta" el hambre, dejándose desperezar cuando venga la brisa y dejando que el cuerpo se amodorre con el cansancio, no haríamos nada. El hombre no es una medusa, es un ser que va erguido. Y, erguirse sobre las dos patas es un paso y otro paso hacia adelante. La virtud, la vida, cuesta, es esfuerzo. El vivir como animales o vegetales es dejar muerto al hombre y vivir una vida inferior. Charli eligió vivir con su esfuerzo diario, eligión la fortaleza. Eligió ser un hombre. frid